viernes, 2 de febrero de 2018

El pasado y el futuro se alimentan mutuamente para ocultar el Presente

Mucha gente no se da cuenta de esto que es así de simple, el hecho de no poder permanecer atentos al Presente que acontece, se debe al hecho de un exceso de recuerdo de pasado y proyección de futuro, pero lo mas sorprendente de todo es que de cierto modo el recuerdo de pasado alimenta el anhelo de futuro y viceversa.

Es muy difícil permanecer atentos al Presente que acontece si tenemos por hábito el estar continuamente recordando el pasado y anhelando un futuro.

La buena noticia es que pasado y futuro se necesitan mutuamente y que el uno carece de sentido sin el otro, por ello podemos empezar por descartar uno de estos y de este modo solo nos quedara su contrario y el Presente.

Lo mejor es descartar el futuro, es decir dejar de pensar en el planteándose la posibilidad de que mañana podríamos no existir, o bien simplemente intentar no hacer planes mas allá del día en el que estamos o del siguiente. De esta manera la mente solo podrá vagar entre pasado y Presente, pero recordar el pasado ya no le sera grato porque no tendrá un futuro en el que proyectarse, por lo que pronto optara por fijarse solo en el Presente que acontece y desdibujar la importancia de los recuerdos del pasado.

Lo inverso, es decir descartar el pasado y permitir solo la proyección de futuro y la experiencia del Presente, no es muy efectivo, pues aunque la importancia del futuro se vera frenada por la ausencia de pasado, de cierto modo el anhelo de futuro puede tener la suficiente fuerza como para desviar la mente en el y ocultar el momento Presente.

Sin embargo, si se puede y resulta efectivo es mejor optar por fijar la mente en el momento Presente que acontece, o bien pensar solo sobre el presente o el día presente, hasta que la importancia del pasado y el futuro se desdibujen y se pueda permanecer concentrado exclusivamente en cada momento Presente que acontece, es decir en el AHORA.

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