La Meditación Interna requiere como norma general de la observación desapegada de los contenidos mentales (pensamientos y emociones) para provocar su «disolución» y poder observar directamente el vacío que los sustenta.
Sin embargo para un principalmente la observación despegada de los contenidos de su mente es algo que generalmente esta fuera de su alcance y ya ni hablemos de poder observar el vacío que hay detrás de ellos.
De forma general nuestro habitual modo de vida es pensar a casi cada instante constantemente desde que nos levantamos hasta dormir, por este motivo al intentar observar los contenidos mentales en una practica meditativa interna, sencillamente no podemos porque nos identificamos casi totalmente con todos ellos, hecho que hace que nuestra atención no pueda posarse continuamente en ellos, y que vagabude en las fantasías que ellos producen.
El Remedio que proponemos es simple: Si no podemos observar de buenas a primeras el ruido interno de nuestros pensamientos, observemos el ruido externo.
Es decir, observemos los sonidos externos hasta que nos acostumbremos a una atención continua en los sonidos, que nos sera de una ayuda extraordinaria al intentar observar nuestros contenidos mentales ya que estos son principalmente «sonidos internos»
La practica puede realizarse del siguiente modo:
Ir a un parque o cualquier otro sitio con sonidos (pero no ruidoso), es decir nos sirve un parque donde podamos oír los sonidos de las hojas de los árboles cuando el viento los mueve, el cantar de los pájaros, las voces de los niños, o incluso el sonido de los coches y motocicletas que pasan cerca, pero no una discoteca o bar musical con musica a todo volumen; tampoco nos sirve un sitio muy silencio pues sin lugar a dudas nuestra mente llenara el silencio externo con su particular ruido mental.
Habiéndonos ya situado en el lugar, solo nos queda sentarnos, cerrar los ojos y prestar atención (sin esfuerzo ni comentarios mentales) de forma continua durante una hora o media a los sonidos que se presenten de forma espontánea en el ambiente.
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