sábado, 4 de noviembre de 2017

El No-Pensar



No pensar es una de las experiencias mas gratas que un ser humano pueda tener, es decir observar la realidad interior de su mente o la realidad externa del mundo sin que surja pensamiento discursivo es un placer excelente que lamentablemente esta al abasto de muy pocos.

No es que sea «extremadamente complicado» ni que requiera de excesiva disciplina, se trata mas bien de un problema de habito, del habito de pensar compulsivamente durante todo el día y en cualquier circunstancia, que hace imposible dejar de pensar de buenas a primeras por voluntad propia, y que en muchos casos es el principal problema para que las prácticas de meditación internas o externas se conviertan en un fracaso o motivo de desesperación.

Estamos acostumbrados a pensar en todo y en todo momento (la mayor parte cosas irrelevantes o sin sentido para el tiempo presente)
Por eso para la mayoría de las personas resulta casi imposible disfrutar del placer que surge cuando la mente se aquieta y se entra en el reino del «no-pensamiento» de forma consciente. Pero eso si, una vez experimentado esto y con la reiteración de la experiencia de este fabuloso reino, el anhelo por el, se acrecienta haciéndose automáticamente un enemigo del pensamiento compulsivo que fácilmente lo descarta por conocer la inmediata y fabulosa recompensa de ello. 

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