La Realidad Metafísica se trata de un conocimiento no-dual a diferencia de la realidad explicada de la física que es dual.
Dual simplemente quiere decir que hay un sujeto diferente de un objeto o objetos, no-dual es por el contrario que sujeto y objeto son no-diferentes.
En un experimento físico como puede ser la colisión de partículas subatómicas nunca se plantea que el científico que observa el fenómeno y el fenómeno observado sean no-diferentes.
En cambio en la meditación tanto interior como exterior, se llega a un punto en que se conoce «sin historia» y por lo tanto el sujeto no afirma que sea diferente a el objeto físico o mental que observa sino que se experimenta que «el objeto da vida al sujeto y el sujeto al objeto»
Sensación similar a la que ocurre en un sueño lucido cuando un sujeto onírico alcanza la «conciencia del sujeto vigilico». Situación en la cual se puede ver aunque sea de forma momentánea, que sujeto y objeto son en realidad uno y simultáneos y dependen del «eter de la consciencia»
Es por este motivo por el que no es nada fácil explicar con el lenguaje experiencias metafísicas por pequeñas que sean, pues en el lenguaje ordinario se supone siempre que hay un sujeto diferente de un objeto observado. Las experiencias metafísicas por el contrario son experiencias no-duales en las que el sujeto es simultáneamente el objeto y el objeto es el sujeto.
No existe, ni existirá nunca una forma adecuada de palabras para describir esta situación a alguien que no la haya experimentado pues el lenguaje es siempre necesariamente dual.
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